El Antifaz oculta la identidad
Deseamos ocultar quiénes somos, cuando nos disponemos a actuar de una manera que no “corresponde” con lo que se supone que podemos hacer. Al usar el antifaz nos atrevemos a romper los límites de nuestro “deber ser”.
Nos da una nueva identidad
Al usarlo entramos en un rol o en otra dimensión, donde nos sentimos más desinhibidas. Escoger una máscara implica conectarnos con esa “otra” que deseamos personificar, o con nuestros deseos más profundos.
¿Qué características tienen los personajes de los cuales nos disfrazamos? (En el caso de complementar tu antifaz con un disfraz). Si ya te has disfrazado, sabrás que durante ese tiempo, dejas de ser tú, para sentir, pensar y actuar como lo hace tu personaje.
Disfrazarnos es una forma de proyección
Puedes personificar a alguien que admiras o que está relacionado con tus fantasías y anhelos.
Puedes liberar todo tu poder y dejar salir tus deseos más íntimos, que no conocías, sin necesidad de ser “otra”, sin necesidad de disfrazarte, simplemente siendo tú, con tu antifaz y lencería KUWAI. Dejas salir tu versión escondida, reservada para muy pocas personas.
Cada experiencia es única
Si le preguntas a 5 mujeres después de usar su Antifaz Venus y su conjunto de lencería más sensual o haberse disfrazado de Gatubela, por ejemplo, para disfrutar de un momento erótico:
-¿Qué fue lo que más les gusto de usar lencería o personificar a su personaje?-.
Tendrás 5 respuestas distintas: A unas la habrá movido la fuerza, a otras sensualidad o agilidad, independencia que les pueda trasmitir la lencería o sentirse gatubela por unos minutos o miles de cosas más. A todas nos motiva algo distinto. Lo que si es cierto, es que cada mujer vería aquello que desea para sí misma.
Cuando jugamos con el antifaz, encarnamos esas características que nos atraen y que podemos probar, ensayar y actuar como el personaje con que fantasiamos ser.
Al jugar activamos estas formas de ser y nos damos cuenta de que esos poderes están en nosotras. Es solo atreverse a usarlos, para darnos cuenta que esa “otra” que queremos personificar no es tan distinta a tí. ¡El poder erótico da vida! y activa nuestro poder más sutil.
El subconsciente no engaña. Detrás del antifaz, proyectamos impulsos o sentimientos que permanecen ocultos en la vida cotidiana.
Tenemos que atrevernos para enriquecer las experiencias. Al usar un antifaz exploramos posibilidades distintas.
No es autocensura
El antifaz concede libertad. Es esconderse detrás de algo que no deja ver quiénes somos. Tiene el beneficio de sacar algunos rasgos de personalidad escondidos.
¿Hasta dónde llega tu imaginación con el antifaz?
Para más información sobre este y otros temas síguenos en nuestras redes sociales
Instagram: kuwai_lingerie
Facebook: kuwailenceria
Twitter: kuwai_lenceria