¿DE DONDE NACE EL MIEDO?
Si naciste en Latinoamérica, y más aún en una familia católica, estas creencias te sonarán muy familiares. Incluso, puede que hayas tomado previsiones de no hacer nada de las siguientes prohibiciones, “por si acaso algo extraño pudiera pasar”.
- No tener sexo en Semana Santa, porque se quedan pegados
- No tener sexo en Semana Santa, porque irán al infierno (sobre todo si es viernes Santo)
- No comer carnes rojas
- No ir de vacaciones, porque algo malo pasaría como castigo divino
- No realizar ningún oficio doméstico.
Y así la lista podría seguir….
Hoy, con el fácil acceso a la información, más personas se cuestionan la creencia del cielo y el infierno o lo que podría ser un mito o una verdad. Entonces:
¿Sería posible mantener estas creencias vigentes?
Al parecer no. Con el pasar de los años esta tradición se ha ido modernizando y flexibilizando. Cuando escuchamos Semana Santa se nos viene a la mente, ejemplo: PESCADO, ¡Sí! Pero a la orilla de la playa descansando del trabajo y no en la mesa con la familia alrededor, reflexionando luego de llegar de misa. Y ni hablar del sexo, que como leíste en el título fue de lo que vinimos a hablar hoy.
Por ello consultamos la opinión de un padre jesuita y de quienes ven esta tradición desde otra óptica como un pastor evangélico, un ateo y una socióloga.
QUÉ DICEN LOS ESPECIALISTAS
Comencemos por el padre Francisco de Roux, quien asegura que esta semana es de recogimiento, reflexión y comunicación con Dios, “por lo tanto debemos abandonar toda preocupación y necesidad de satisfacernos. Debemos estar en un ambiente de oración y que nada se interponga entre nuestra relación de profundo respeto con Dios”.
Sin embargo, tener relaciones sexuales durante la semana mayor no es un pecado. Nadie se va a quemar ni estará condenado al infierno, siempre y cuando el sexo sea la manifestación de amor de dos esposos. Si vas a buscar a una prostituta o tener relaciones con el primero que ves si está mal.
El religioso hace esta comparación: “Usted no va a tener relaciones en un templo ¿verdad?. No es porque sea un pecado, si no porque no es el lugar. Lo mismo pasa con la Semana Santa, no es pecado, pero simplemente no es el momento.
Por su parte, el pastor Cristiano Evangélico Gustavo Casas Blancas, opina lo mismo, tener relaciones sexuales en el Pésaj, qué es el día santo de su religión, no es un pecado, solo no es el momento.
“Es como si usted se fuera de luna de miel y su esposo se la pasara orando, usted pensara ¿y este a qué vino?. Lo mismo pasa con el Pésaj, es un día de oración, no para hacer otras cosas. Sin embargo, si tiene muchas ganas, no se puede aguantar y termina teniendo sexo, quedará en su conciencia, pero no es un pecado mortal”, asegura el pastor.
Pero Leonardo Amado, miembro del colectivo Bogotá Atea considera que los mitos que surgen en la Semana Santa carecen de sentido “Todas las creencias populares son absurdas. Un matrimonio católico esta en todo su derecho de tener relaciones sexuales cuando quieran”.
Daniela Diaz Catellar, investigadora de la sociología de la religión de la Universidad Javeriana, explica que es una creencia popular que Dios castiga a las parejas que tienen relaciones sexuales durante la Semana Mayor. Y asegura que en esta semana se conjugan dos cosas muy sensibles para el colectivo, como el sexo y la religión.
En nuestra investigación, no encontramos datos científicos que avalen estas creencias.
¿Tú qué opinas? Te atreverías a tener sexo en Semana Santa?.